Los efectos perjudiciales del alcohol en nuestra salud.
Son muchos
El consumo regular de alcohol puede ser el origen de muchos problemas para nuestro organismo y, por desgracia, muchos no darán la cara hasta que se desarrolle una enfermedad de difícil solución. La costumbre de beber regularmente hace que, muchas veces, no seamos conscientes de que podemos tener un problema con el alcohol. Hay una regla fácil para saber si tienes más dependencia del alcohol de lo que crees. Si has pensado alguna vez que deberías beber menos, bebes demasiado. Consulta con tu médico cuáles son las mejores técnicas para reducir o eliminar el consumo de alcohol.
La adicción es uno de los problemas más graves que causa el alcohol y más si te consideras una persona que aguanta bien el alcohol. La dependencia de cualquier sustancia supone ser su esclavo y, muy probablemente, la necesidad de aumentar la cantidad de alcohol que ingieres de forma paulatina. Muchas veces pensamos que el alcohol nos hace estar más alegres, pero no es cierto, ese sentimiento de euforia desaparece a las pocas horas y la química cerebral da paso a sentimientos depresivos.
También está comprobado que el alcohol causa problemas de memoria a largo plazo y que, además, a mayor ingesta, mayor daño cerebral y, por lo tanto, más problemas para recordar cosas fundamentales.
La posibilidad de desarrollar algunos tipos de cáncer, especialmente de faringe y de estómago se incrementa al beber de forma habitual. El alcohol es un irritante que daña las mucosas del aparato digestivo. La boca, la primera receptora de las copas, está más expuesta a un posible cáncer, más aún si además se fuma. El corazón también sufre si la ingesta de alcohol rebasa lo normal y, al tiempo, sube la tensión arterial, lo que perjudica de nuevo a casi todos los órganos de nuestro cuerpo.
Quizá uno de los efectos negativos más conocidos del alcohol en el cuerpo humano sea el daño en el hígado que tiene que trabajar en demasía para limpiar el alcohol de nuestra sangre. Las cirrosis, más o menos graves, son una consecuencia directa del consumo de alcohol.
El alcohol es un potente diurético, que hace que nuestros riñones y vejiga trabajen de más, además de estar en contacto con una sustancia irritante para ellos. Esa misma acción diurética deshidrata el cuerpo en su conjunto y puede hacer que los pequeños vasos más visibles en la piel se tornen de un intenso color violeta o rojo.
Además el alcohol no favorece nada la posibilidad de mantener un peso adecuado, beber en exceso suele quitar las ganas de comer productos que harían la dieta un poco más sana. El sedentarismo, la hipertensión y el excesivo trabajo de los distintos órganos para librarse de un veneno como es el alcohol, son factores de riesgo para un importante número de enfermedades graves.
los efectos negativos del alcohol en el organismo aunque tú no notes sus efectos a corto plazo. La adicción es uno de los problemas más graves que causa el alcohol y más si te consideras una persona que aguanta bien el alcohol. La dependencia de cualquier sustancia supone ser su esclavo y, muy probablemente, la necesidad de aumentar la cantidad de alcohol que ingieres de forma paulatina. Muchas veces pensamos que el alcohol nos hace estar más alegres, pero no es cierto, ese sentimiento de euforia desaparece a las pocas horas y la química cerebral da paso a sentimientos depresivos.
También está comprobado que el alcohol causa problemas de memoria a largo plazo y que, además, a mayor ingesta, mayor daño cerebral y, por lo tanto, más problemas para recordar cosas fundamentales.
La posibilidad de desarrollar algunos tipos de cáncer, especialmente de faringe y de estómago se incrementa al beber de forma habitual. El alcohol es un irritante que daña las mucosas del aparato digestivo. La boca, la primera receptora de las copas, está más expuesta a un posible cáncer, más aún si además se fuma. El corazón también sufre si la ingesta de alcohol rebasa lo normal y, al tiempo, sube la tensión arterial, lo que perjudica de nuevo a casi todos los órganos de nuestro cuerpo.
Quizá uno de los efectos negativos más conocidos del alcohol en el cuerpo humano sea el daño en el hígado que tiene que trabajar en demasía para limpiar el alcohol de nuestra sangre. Las cirrosis, más o menos graves, son una consecuencia directa del consumo de alcohol.
El alcohol es un potente diurético, que hace que nuestros riñones y vejiga trabajen de más, además de estar en contacto con una sustancia irritante para ellos. Esa misma acción diurética deshidrata el cuerpo en su conjunto y puede hacer que los pequeños vasos más visibles en la piel se tornen de un intenso color violeta o rojo.
Además el alcohol no favorece nada la posibilidad de mantener un peso adecuado, beber en exceso suele quitar las ganas de comer productos que harían la dieta un poco más sana. El sedentarismo, la hipertensión y el excesivo trabajo de los distintos órganos para librarse de un veneno como es el alcohol, son factores de riesgo para un importante número de enfermedades graves.
Efectos:
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